La institución y la actividad cultural más grandes e importantes de la tierra son los restaurantes.
La vida está llena de altibajos bien insólitos. Como dice la canción de John Lennon, «la vida es algo que te pasa mientras estás ocupado haciendo otros planes». Esto es del todo cierto con respecto a mi propia vida: quien hubiera dicho que a la edad de setenta y ocho años estaría iniciando un nuevo camino, para el que, de alguna manera, los últimos sesenta años me han estado preparando.
En 1960, con diecinueve años, dejé Sudáfrica y su régimen de apartheid y me trasladé a Inglaterra. En Londres trabajaba de vez en cuando lavando platos en las cocinas del barrio de Earls Court hasta que, a la edad de veinticuatro años, creí que había encontrado mi auténtica vocación trabajando de agente inmobiliario.
Este trabajo me llevó a gestionar propiedades y a comprarlas y a rehabilitarlas. Aunque continué diseñando y renovando casas durante los cincuenta años siguientes, lo que me atraía eran las cocinas y los restaurantes. Construí mi primer restaurante –The Pot– en 1969, en Earls Court; después, en 1976, abrí Toffs en el distrito londinense de Barnes; le siguió The Abingdon en el distrito de Kensington en 1998, y finalmente llegó Cuatro, en el pueblo catalán de Cadaqués, en 2004. Durante todo este periodo, también dediqué tiempo y energía trabajando para la gente de Cadaqués como director del centro cultural del pueblo.
No era consciente del hecho de que el elemento más importante de mi vida eran los restaurantes. Todos ellos eran establecimientos independientes y únicos, regentados por mí mismo y mis cuatro hijas. Por lo tanto eran, obviamente, «restaurantes familiares».
Entonces un día, hace dos años, durante una visita a Londres, me encontraba en The Abingdon con algunos de nuestros clientes regulares y empezamos a hablar del tema de los sistemas de reseñas utilizados por las agencias de reservas y de lo poco fiables y engañosos que eran. Alguien dijo: «¿No estaría bien que los propietarios de los restaurantes, los chefs y los clientes regulares hicieran las recomendaciones?» Seguro que sería más fiable, sobre todo si hubiera inspectores que visitaran los restaurantes y les dieran su visto bueno.
Pues bien, como The Abingdon era un restaurante familiar, pedimos a nuestros clientes regulares que nos recomendaran otros restaurantes familiares y las respuestas fueron sorprendentes. Resultó que a la gente no solo le encantaban los restaurantes regentados por familias, sino también que preferían estos restaurantes a las cadenas y franquicias. Las razones para esta elección todavía son válidas para nosotros hoy en día. Parece que la gente considera que los restaurantes familiares (FRR en su acrónimo inglés) forman parte del tejido social de cualquier comunidad, cada uno con su propia personalidad; además, debido al estado de nuestro planeta, el hecho de que los restaurantes familiares que nos recomendaron suelen utilizar productos de temporada, orgánicos y de proximidad era toda una ventaja. Esto, lo entendimos perfectamente. Se había plantado la semilla. Y ahora, dos años después, estamos a punto de poner en marcha nuestro proyecto.
Se creó familyrunrestaurants.com y la empresa Family Run Restaurants S.L. para promocionar y proteger esta marca a través de su web de reservas de mesa en línea y a través de las ventas de este libro. Además, hemos creado la Asociación Mundial de Restaurantes Familiares (WAFRR, en su acrónimo inglés), una organización sin ánimo de lucro, cuyos representantes regionales ayudarán a ampliar la agricultura orgánica y a promover el uso de productos locales y de temporada en nuestros restaurantes afiliados. Hay que tener en cuenta que entre el 30 % y el 35 % del calentamiento global es provocado por la agricultura industrial y el transporte innecesario de alimentos en todo el planeta. El consumo de comida local y orgánica ralentizaría e incluso podría detener el aumento del calentamiento global.
De modo que aquí estoy, comprometido con esta causa y con ganas de empezar. El resto de este libro explicará –confío en que de una manera sencilla– cómo la humanidad ha llegado a la encrucijada en la que nos encontramos actualmente y lo que creemos que deben ser las respuestas a la mala situación actual. Finalmente, porque me encanta Cataluña y España, hemos decidido lanzar nuestro sueño de un nuevo futuro para toda la humanidad en esta nación que tiene tanta amplitud de visión.