En 1833, el gobierno de Madrid dividió España en cuarenta y nueve provincias, en un intento de centralizar el Estado. A Cataluña se le otorgaron cuatro provincias: Tarragona, Lleida, Barcelona y Girona, divisiones aún vigentes. Por lo tanto, la breve descripción de Cataluña que encontrarás a continuación está dividida de la misma manera. Ahora bien, muchos catalanes consideran que esto de las provincias es una imposición artificial y hace ya tiempo que se debate en el Parlamento catalán sobre cómo reemplazarlas por una división más racional del territorio, por ejemplo, en ocho veguerías. También hay que tener en cuenta que las comarcas catalanas –pequeñas zonas que se formaron en la época medieval en torno a las poblaciones donde se celebraban los mercados– son muy diferentes las unas de las otras en términos tanto geográficos como gastronómicos, a pesar de que pertenezcan a la misma provincia.